En su escritura observamos que se trata de una persona reflexiva, ponderada, y con un elevado grado de madurez. La posición de la firma en el espacio refleja que sabe ser dueña de sus actos y que mira hacia el futuro.La proximidad de la firma al texto nos indica que es cordial, con naturalidad en el trato. La sentimos cercana sin que ello nos agobie; amable, sin falsos protocolos; afectuosa, sin intromisiones; buena amiga de sus amigos, sin absorber ni manipular.El grado de inclinación de su firma refleja también que posee un buen control sobre los estados de ánimo. Gran dominio de sí misma y conformismo con la situación que vive en el presente y que puede ser una consecuencia de la satisfactoria posición lograda. Es la actitud propia de la persona feliz, que está disfrutando de la cumbre alcanzada.Es auténtica, poco complicada, con un yo fuerte, que ha vencido respetos humanos y miedos al “qué dirán”. Se valora con equidad y no teme las críticas. Se muestra como es. Conoce muy bien sus virtudes y defectos.Es agradable, cordial, sin embargo en familia y en la intimidad puede mostrar algún gesto de dureza, tal vez por su perfeccionismo. El ángulo de la “S” refleja cierta intransigencia consigo misma. Sucede igual con la jamba de la “f”, que tiene un marcado ángulo en el lado izquierdo, relativo al mundo personal.Mediante la interrelación texto-firma observamos que existe armonía entre el yo manifestado y el yo íntimo.Es una persona con gran delicadeza y sensibilidad, que sabe agradecer el reconocimiento y apoyo de los demás y que los valora mucho.Sabe cortar perfectamente con las situaciones conflictivas y ponerles punto final.
Begoña Mardones - diciembre 2008
