miércoles, 8 de diciembre de 2010

Análisis grafológico de Ana María Matute


ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE ANA MARÍA MATUTE

La escritura de Ana María Matute nos indica que se trata de una persona cordial, cálida y respetuosa, natural en el trato, abierta a los demás. Obra de un modo decidido, con seguridad en sus propios medios. Se encuentra a gusto consigo misma. Así lo indica la altura de la mayúscula inicial. Sus metas son equilibradas, justas y realistas. No se presiona si no logra lo que quiere, y busca su camino despacio, pero con paso firme.

La horizontalidad de las palabras de la firma refleja su madurez y satisfacción personal por la posición alcanzada en la vida. Seguramente considera que ha colmado sus expectativas, aunque en ocasiones se muestra muy susceptible y no valorada por la sociedad en la excelsa forma que ella cree merecer. Se siente herida con mucha facilidad y se requiere una delicadeza especial para tratar con ella.

No es rencorosa ni se resiente por las malas acciones recibidas, y da siempre una oportunidad a los demás.

Es reflexiva, noble, sencilla, humilde, responsable y muy auténtica. Existe claridad en la comunicación y armonía entre el yo manifestado y el yo íntimo.

Su escritura denota que posee una gran amabilidad en el trato, es dulce y cordial, aunque en la intimidad puede ser exigente y, en determinados momentos, dura. Hay situaciones de su pasado – “el niño herido”- que le causan mucho dolor. Las torsiones de las letras y los ángulos hacia el lado izquierdo nos indican que existe un sufrimiento íntimo que se manifiesta en ocasiones con una gran irritabilidad.

A menudo tiene deseos de huir hacia otros mundos y necesita estar sola. Sin embargo, es importante para ella sentir el apoyo de los demás y recibir su afecto de manera constante.


Begoña Mardones Gómez
Sociedad Española de Grafología
Madrid, 25 de noviembre de 2010
begomardones@telefonica.net

martes, 7 de diciembre de 2010

La invitación. Oriah Mountain Dreamer

La invitación
Oriah Mountain Dreamer

"No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.

No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma (…).

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: “¡Sí!”.

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos".


No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.

jueves, 2 de diciembre de 2010

GRAFOTERAPIA Y GRAFOESTIMA

“Si la escritura es el reflejo de la actividad de nuestro cerebro y éste es fuente creadora y reguladora de las percepciones, impresiones, instintos, tendencias, sentimientos y reacciones del ser humano, deduciremos fácilmente que, a través de la grafía manuscrita, se puede conocer el carácter de la persona.

Si además admitimos que la energía psicomotriz avanza desde el cerebro hasta la mano imponiéndole unos movimientos gráficos determinados, podremos también aceptar el efecto contrario, es decir que, por la ley de la reversibilidad (que avala el hecho de que el circuito cerebro-gesto gráfico tiene dos direcciones) admitiremos igualmente que el acto de rectificar factores gráficos provoca también modificaciones en las parcelas del carácter que los representan” (Isabel Sánchez-Bernuy, Grafoterapia y grafoestima, Instituto de Orientación Psicológica EOS, Madrid, 2009).
“A pesar de los estudios realizados sobre el tema, hasta el año 1930 no se utilizó el término Grafoterapia. A comienzos de 1932, el doctor Ménard, discípulo del Doctor Janet, comenzó a practicar la técnica probada por su maestro y publicó en 1948 un libro titulado: La page d’écriture, méthode práctique de psycothérapie, graphique et graphologique. Ménard afirmaba que “la Grafoterapia puede constituir un buen método de disciplina mental, porque al modificar la letra podemos rectificar nuestro carácter. Sabemos que existe un principio de reversibilidad de los fenómenos y estados psicológicos, según el cual, imponiéndose el sujeto una conducta o hábito opuesto a determinado fenómeno psíquico, logra vencer las causas que motivan un defecto del carácter, un complejo psíquico o un estado enfermizo, patológico o humoral cualquiera”. Desde entonces, numerosos grafólogos han buscado el medio de utilizar la reversibilidad de la expresión gráfica para la rehabilitación de la escritura y el mejoramento del carácter” (Isabel Sánchez Bernuy, Grafoterapia y Grafoestima, Instituto de Orientación Psicológica EOS, Madrid, 2009).