jueves, 13 de abril de 2017


 
REEDUCACIÓN GRÁFICA
El pasado 1 de abril se celebró un Seminario de iniciación a la reeducación gráfica,   organizado por la Sociedad Española de Grafología, a cargo de Isabel Sánchez-Bernuy.  La prestigiosa grafóloga Begoña Slocker presentó a la profesora Sánchez-Bernuy, grafopsicóloga diplomada por la Universidad Complutense de Madrid y que, entre otros títulos, ostenta el de grafóloga científica, expedido por el Instituto Superior de Humanidades de Argentina.



       Isabel Sánchez-Bernuy comenzó agradeciendo a los asistentes su presencia en esa clase “que tan buenos recuerdos me trae” –dijo- en alusión a sus comienzos en el campo de la Grafología, con el profesor  Mauricio Xandró.
 
         Antes de entrar en materia, hizo una precisión clarificadora sobre la profusión terminológica existente: “La Grafoterapia, tema muy útil y gratificante, se denomina actualmente Reeducación gráfica –afirmó- pero yo prefiero utilizar el término de Rehabilitación gráfica”.

         A su juicio, existen varias etapas en el tratamiento de rehabilitación gráfica: la entrevista al cliente, el estudio de la escritura, el proceso rehabilitador, la conclusión y el seguimiento.

Tras desarrollar estas etapas con minuciosidad, Sánchez Bernuy  se centró en los Factores gráficos de conflicto, las alteraciones de la escritura que denotan conflictos de personalidad, como son los trastornos de organización de la página, en el tamaño, inclinación, dirección, cohesión, forma, presión y velocidad. Hay que observar si existen signos de angustia, torsiones, temblores, arqueos, bajo nivel gráfico, irregularidades en la ubicación de los trazos y signos, omisiones, repeticiones innecesarias, inarmonía y defectos en las zonas, anomalías en la distribución de la energía, letras al revés, diferencias llamativas entre texto y firma, ilegibilidad…

Las reglas de oro de la escritura que denotan una personalidad equilibrada son: la legibilidad, la organización del texto, el predominio de la curva sobre el ángulo, la escritura vertical o moderadamente inclinada a la derecha, la escritura progresiva, la agilidad de movimientos, la espontaneidad, el predominio de la guirnalda sobre el arco y la escritura simplificada.

 A continuación Isabel Sánchez-Bernuy desarrolló lo que denomina las Recomendaciones al cliente, en las que incluyó realizar los ejercicios dos veces al día, cuidar los detalles, no enmendar ni tachar, utilizar un cuaderno pautado, bolígrafo mejor que lapicero y una entrevista semanal con el especialista. 

Seguidamente explicó el Proceso rehabilitador, que incluye la organización de la página, la realización de grecas, la rehabilitación de los aspectos globales (tamaño, inclinación, presión), la modificación de los aspectos individuales (letras, tildes…), no cambiar la firma, y elegir lemas o frases positivas.

Isabel Sánchez-Bernuy habló sobre las grecas, con las que se consigue, entre otras cosas, una gran relajación muscular y equilibrar las zonas gráficas. Las frases estimulantes, que deben contener las letras y trazos que se pretende rehabilitar, no deben exceder de quince palabras, y tienen que expresar mensajes positivos.

En la segunda parte del taller, se abordó el tema de los mecanismos de defensa por parte del cliente, ya que, cuando las modificaciones realizadas  en la escritura surten efecto aparecen estos mecanismos: una acentuada pasividad o desinterés, manipulación de la terapia, compensación de las modificaciones, regresión de la grafía,  fantasías, excesiva sumisión, o actitud de rebeldía. Es preciso tener mucha paciencia y hacerle sentir que ha merecido la pena llevar a cabo la terapia.

Por último, la profesora Bernuy desarrolló las Ayudas y la conclusión de la rehabilitación. Señaló que la escritura terapéutica es una magnífica herramienta que se puede aplicar con eficacia para  determinados problemas. El cliente vuelca sobre el papel sus incomodidades, sus preocupaciones, y sus juicios, es como un desahogo personal. El análisis del texto no se circunscribe estrictamente, como sabemos, a los rasgos gráficos sino que se considera también el propio contenido, un análisis que normalmente realiza el terapeuta pero que también se puede hacer de forma compartida con el propio cliente.

La profesora planteó también la utilidad de que el cliente haga su propio análisis –autovaloración- para descubrir si es consciente de su progreso o no. A partir de ahí hay que conseguir que vaya tomando las riendas de su vida por sí mismo.

Isabel Sánchez-Bernuy expuso finalmente las ayudas a la terapia, comentarios o nociones que puedan servirle a la persona para su existencia: el tren de la vida (la vida planteada como un viaje, en el que en cada estación suben unos y bajan otros, y hay que saber apreciar a los nuevos compañeros que van llegando); la ley del cambio (la vida está llena de cambios y debemos estar preparados para ello); la ley de la diferencia (todos somos distintos y eso nos enriquece);  y ser dueños de nuestra mente.  A esto añadió  el “librarse de la negatividad” (pensamiento, actitud y vocabulario positivos) y acumular cupones mentales. Solemos almacenar cupones carenciales, de desengaños, de tristezas, de fracasos,  en vez de acumular cupones positivos. Y, por último, ser dueños de nuestros pensamientos.

Tras comentar con los asistentes diversos casos, la profesora Sánchez-Bernuy abrió el coloquio, en el que destacó la importancia de la rehabilitación gráfica en la ayuda a los demás. Para ser capaz de llevarla a cabo hay que estar muy preparados en el plano humano, tener ideas muy claras y muy arraigadas, y ser muy constantes. Es preciso también poseer una gran fortaleza interior y una sólida base en Grafología, pero nunca ser muy estrictos. 

           Ante la pregunta de cómo trabajar la negatividad, la profesora afirmó que hay que buscar las causas que la provocan, localizar en la escritura y en lo que la persona manifiesta por qué esa persona es negativa (hay factores que no se han superado) y aceptarse cada uno tal y como es. 

 Tras finalizar el Seminario, el profesor Juan Carlos Belda, en nombre de la Sociedad Española de Grafología, entregó a Isabel Sánchez-Bernuy una placa, en agradecimiento por su gran aportación  al campo de la Grafología y su inmensa generosidad. En el acto estuvo muy presente el recuerdo del añorado profesor Mauricio Xandró.


Texto e imágenes:
Begoña Mardones Gómez
Madrid, 1 de abril de 2017