domingo, 8 de mayo de 2016

PATOLOGÍA Y ENFERMEDAD EN LA FIRMA


Don Germán Belda.



Seminario de Grafopatología.

 
En la Sociedad Española de Grafología, Madrid, se ha celebrado el seminario Patología y enfermedad en la firma, dirigido por  el profesor don Germán Belda.

Tras una breve introducción de carácter histórico, el profesor Belda señaló que en la escritura se refleja no solo la personalidad sino cualquier desequilibrio o alteración física o psíquica del individuo. En el caso de las enfermedades esta relación se manifiesta  incluso antes de la aparición de los primeros síntomas; el objetivo que se persigue en este campo de la Grafología -la Grafopatología-­ es establecer una detección precoz de dichas alteraciones mediante el análisis de los rasgos gráficos.  

Don Germán Belda desarrolló los ocho signos generales de enfermedad en el conjunto firma-rúbrica: descensos en cualquiera de sus formas; debilitamientos y empastamientos de la presión; tamaños desmesurados; grandes oscilaciones, tanto en la inclinación como en la base de la línea; desigualdades; temblores o vacilaciones; desproporciones; y roturas o fraccionamientos.

En la segunda parte del Seminario el profesor Belda pasó a analizar la autoanulación en la firma, esto es, cuando la firma aparece con elementos tachados por la rúbrica.

“Tacharse con la rúbrica significa anularse como persona”, un cuadro que el profesor denomina TIAD (tendencia inconsciente a la autodestrucción).  Si se tacha totalmente, añadió, eso significaría que, además de la tendencia a la anulación, existe confusión de ideas.

A continuación, el profesor Belda abordó el capítulo titulado “Las rúbricas envolventes, desde el arte de la defensa al aislamiento íntimo y social”. “Las rúbricas envolventes -afirmó- constituyen una búsqueda de protección y arropamiento de la propia personalidad. Esta envoltura es una barrera que marca ese deseo de defensa  y autoprotección a la vez que una distancia con respecto a los demás”. Las firmas  envolventes mediante la rúbrica nos indican -según el profesor- que el sujeto se mueve dentro de un entorno conocido, que le es cómodo y familiar, pero que le aísla de la sociedad y del mundo de los contactos y las relaciones personales.

Para introducir el siguiente punto del temario, Germán Belda explicó que al igual que en la morfología física la estructura del rostro lleva asociado un determinado carácter, como sucede en la clásica comparación cervantina con don Quijote y Sancho, en el contexto gráfico, y en concreto en el conjunto firma-rúbrica, esta relación también existe y se identifica como la  ley de la contracción-expansión, que da título a este apartado.

En la contracción (retracción) la firma es apretada, estrecha de letras, invertida, con predominio del ángulo, etc. Responde a personas introvertidas, reservadas, con una rica vida interior, muy sensibles.

La expansión (dilación), según el profesor Belda, corresponde a una firma extendida, ancha de letras, inclinada, con predominio de la curva, óvalos abiertos… Suele ser propia de personas extravertidas, sensuales, materialistas, con buen humor y sentido práctico.

Germán Belda abordó asimismo el tema de las señales gráficas que vienen asociadas a las enfermedades de las grandes vísceras. “La estructura gráfica en general y el conjunto firma-rúbrica, así como el óvalo, nos mostrarán aquellos estados donde la dolencia o el trastorno se han instalado de forma significativa, pues cuando estos hacen su aparición nos están indicando que ese desequilibrio se ha consolidado o cronificado. Pueden establecerse cinco grandes grupos: problemas cardiovasculares; del aparato digestivo; enfermedades pulmonares; trastornos renales; y disfunciones endocrinas.

En los problemas cardiovasculares aparecen temblores extraños, sin ritmo, discontinuos;  hay deformaciones en los óvalos; debilitamientos en la presión; puntos en general muy bajos, etc.

En los trastornos del aparato digestivo,  torsiones en los “pies” de las letras, líneas ascendentes (en problemas hepáticos), líneas descendentes (en trastornos del estómago) y líneas de dirección variable, en problemas de intestinos. También se dan recargas de tinta o reforzamiento del trazo en el óvalo de acuerdo con la zona afectada.

Cuando se trata de enfermedades pulmonares, observamos debilitamientos en la presión; fraccionamiento de letras; roturas en la rúbrica; roturas en las crestas, etc.; en los trastornos renales, torsión en las crestas, empastamientos en crestas y pies… En las disfunciones endocrinas, torsiones, debilitamientos en el trazo, etc.

El profesor Belda completó el Seminario con una descripción de rasgos de la depresión y la psicosis. En esta última se produce una separación de óvalo y palote. El yo está separado de sus ambientes. Comentó cómo el deterioro físico  y mental y diversos trastornos, como la demencia senil,  se manifiestan en muchos temblores, desproporciones en las “eses”; golpes de látigo en las “tes”, óvalo separado del palote; óvalo pinchado; letras rotas; temblor generalizado, etc.

Por último, los asistentes al Seminario formularon algunas preguntas que dieron paso a un pequeño coloquio.

 
 

Madrid, 30 de abril de 2016
Texto e imágenes:
Begoña Mardones Gómez