martes, 2 de agosto de 2011

Luz y sombra en la firma

Si queremos plantearnos el estudio de la firma de una manera completa, es necesario contemplarla desde una doble óptica. Nuestra mirada observadora apreciará, en una primera fase, la forma de los trazos, el tamaño, la velocidad, el ritmo, la cohesión, la inclinación, etc. Y es en esta valoración donde reside la luz de la firma. Luz es todo aquello que abarca el examen objetivo, rigorista y exterior del trazado.

Pero una firma bien estudiada no sólo tiene luz, sino también sombra. Llamamos sombra (designación citada ya por Jung), al conjunto de todos los elementos o facetas que integran el inconsciente del autor, a todo aquello que no admite su consciente, como pueden ser los miedos, complejos y sentimientos de culpa que le inhiben. En resumen, la sombra es la fiera invisible que intenta destruir a la persona, privarle de la armonía y aumentarle el nivel de fracaso e infelicidad. (Isabel Sánchez-Bernuy, Grafología y Aplicaciones, Editorial EOS, 2002).