domingo, 23 de enero de 2011

DAR VALE MÁS QUE RECIBIR
Todo ser humano que te busca va a pedirte algo…

El rico aburrrido, la amenidad de tu conversación; el pobre, tu dinero; el triste, un consuelo; el débil, un estímulo; el que lucha, una ayuda moral.

Todo ser humano que te busca, de seguro va a pedirte algo.

¡Y tú te vuelves impaciente! Y piensas, ¡qué fastidio!

¡Infeliz! La ley escondida que reparte misteriosamente las excelencias, se ha dignado otorgarte el privilegio de los privilegios, el bien de los bienes, la prerrogativa de las prerrogativas: ¡DAR! ¡TÚ PUEDES DAR!
Diego Millán

En cuantas horas tiene el día, tú das, aunque sea una sonrisa, un apretón de manos, una palabra de aliento. En cuantas horas tiene el día, te pareces a Jesús que fue entrega perpetua. Y deberías dejar de lamentarte impacientemente y repetirte cada noche, al terminar el día: ¡GRACIAS, PORQUE PUEDO DAR!