La fuerza
curativa de las relaciones afectivas ha sido confirmada por numerosas
investigaciones, que concluyen que mantener y cultivar una amistad tiene
múltiples beneficios: reduce los ataques al corazón; previene el sentimiento de
soledad; protege el sistema inmunológico; mejora la salud mental y previene la
depresión y la ansiedad; mejora el bienestar personal; y, aumenta la expectativa
de vida.
(Psicología
práctica, nº 184)