Reduce los ataques al corazón.
Previene el sentimiento de soledad.
Protege el sistema inmunológico..
Mejora la salud mental y previene la depresión y la ansiedad.
Mejora el bienestar personal.
Aumenta la expectativa de vida.
La gente con pocos amigos, sin ellos o sin familia tiene una
tasa de mortalidad cuatro veces más alta que las personas que cuentan con una
buena red de relaciones personales.
Psicología práctica, nº 184