El profesor don Germán Belda ha sido el
encargado de desarrollar este encuentro dedicado a la psicología del rostro, a
cómo la personalidad se manifiesta a través de los rasgos faciales. La Jornada
se ha celebrado en la Sociedad Española de Grafología de Madrid bajo el título
genérico de Seminario de Fisionomía Dinámica.
Tras una pequeña
introducción, don Germán Belda habló de las tres zonas básicas del rostro -superior,
media e inferior- y estableció un paralelismo con la escritura -caja de la escritura-, donde
también existen estas mismas zonas. La superior va del nacimiento del cabello
hasta la parte más alta de las cejas; en ella se observa la inteligencia y lo
cognitivo, el mundo de las ideas y la imaginación. La zona media, que va desde
la zona alta de las cejas hasta el punto donde termina la nariz, encima del
labio, nos señala la fuerza de los sentimientos y de los afectos; refleja la
necesidad de contactos y de relación, la capacidad de amar, el propio carisma
personal, las dotes de mando y de liderazgo, la emotividad, y la sensibilidad…
La zona inferior, que corresponde a la parte instintiva, va desde el punto
inferior de la nariz hasta el final de la barbilla; en ella se aprecian los
instintos sensuales y la ambición; permite evaluar la parte material y
pecuniaria de las personas, su sentido práctico.
El profesor Belda se
centró a continuación en las distintas tipologías: el retraído o también
secundario tiene un marco largo y estrecho, con estructura huesuda y el
mentón puntiagudo; posee una rica vida interior, es muy sensible, reflexivo y
preciso. El dilatado, también denominado primario o extravertido,
posee un marco ancho y dilatación en todas las direcciones; está muy volcado
hacia el exterior, suele ser sensual y materialista y en general posee
optimismo y buen humor. El tipo plano posee un rostro equilibrado entre
la dilatación y la retracción; se adapta bien al medio, es dueño de sus
impulsos y suele ser muy ponderado. El tipo avanzado tiene una mandíbula
y unas cejas que avanzan hacia adelante, mientras que la parte superior de la
frente está retraída; no pueden parar quietos; son enemigos de la rutina y de
la mecanización; apasionados en el terreno afectivo, leales, les gustan los
cambios y las novedades.
Después de describir
estas tendencias generales, el profesor Belda se adentró en la analítica, a la
que dedicó la segunda parte del Seminario, con el estudio específico de las
distintas partes del rostro: las cejas, los ojos, la nariz, las orejas, el
espacio naso-labial, la boca, el maxilar, las mejillas… Todo esto fue ilustrado
con el análisis de personajes populares como Adolfo Suárez, Mariano
Rajoy, el Papa Francisco, y Fidel Castro, entre otros.
“El rostro es un puzzle
compuesto de numerosas piezas -afirmó el profesor Belda- y el analista debe
buscar la correlación entre todas ellas”.
Tras la entrega de los diplomas a los alumnos
asistentes, se clausuró el Seminario
Texto e imágenes: Begoña Mardones Gómez
Madrid, 28 de febrero de 2015