En la letra cabe la simulación; pero
¿de qué calidad puede ser esta simulación? De una calidad harto pobre y
precaria. Lo que no es natural no se puede sostener mucho tiempo. La pose o
amaneramiento, la hinchazón, lo ficticio, se revelan en tal caso en la
escritura, como para un frío observador se revelan en el lenguaje y en las
maneras de quien pretende aparentar mayor distinción de la que posee.
De modo general, la letra espontánea
es dextrógira, porque esta es la natural tendencia de los alfabetos
occidentales".
Matilde Ras, Historia de la escritura y Grafología, Editorial Maxtor,
Valladolid, 2005