Mindfulness es estar atento, mantener viva la
propia conciencia focalizada en la realidad presente, con una actitud de
aceptación, curiosidad y ausente de juicio.
Así comienza su artículo Agustín Prieta, psicólogo e
instructor de Mindfulness.
En nuestra vida cotidiana -sigue diciendo- estamos haciendo
cosas, pero en algún momento vamos a tener que encontrarnos con nosotros
mismos. Cuando se produce esto algunas personas sienten un cierto vacío.
A menudo nos distraemos a través de evasiones como la
televisión o internet. Nuestro tiempo de ocio parece que consiste principalmente
en estar sentados delante de una pantalla. El hombre se evade de sí mismo. Agustín Prieta se pregunta por qué
necesitamos tanta distracción. Hemos de reflexionar para saber si estamos
huyendo de nuestro mundo interior o de nuestro malestar vital. “Necesitamos –afirma-
tiempo muerto, para alejarnos del bombardeo continuo de estímulos que nos viene
de todas partes”.
Mindfulness es conciencia plena, un cambio
radical de actitud. La mente tiende a la dispersión, a saltar hacia el pasado y
hacia el futuro, esquivando el momento
presente. Nuestra cultura nos lleva a buscar la satisfacción y la felicidad
fuera de nosotros mismos.
Habitualmente vivimos en una dimensión horizontal, temporal,
relacionada con nuestra biografía. Al meditar conectamos con una dimensión
vertical, atemporal, relacionada con nuestra espiritualidad. Cultivar el autoconocimiento
y la presencia proporciona un gran bienestar.
“Con el tiempo tomamos consciencia de dos verdades eternas,
que no hay mayor dicha que vivir el momento presente, en contacto con la
realidad; y que lo que estamos buscando está en nuestro interior. Conciencia
plena (mindfulness), un camino de
reconciliación con nosotros mismos”.
“De la acción a la contemplación”.
VerdeMente
Enero 2015