Su trato es cálido y respetuoso. Sabe mantener el equilibrio en la vida social y, aunque dispuesta siempre a ofrecer su ayuda, nunca invade el terreno de los demás. Es una persona franca y noble, que a veces necesita protegerse frente a los otros, porque se sabe tímida y vulnerable.
Se admite como es: reservada, sincera, espontánea, humilde, bondadosa, afectiva y protectora. Está contenta con la cumbre alcanzada, aunque prefiere pasar inadvertida.
Lucha por superarse y por ser ella misma, una de las más positivas señales de autenticidad.
Aunque posee una buena capacidad para controlar los estados de ánimo, a veces se observa en ella un cierto temor al futuro.
Es vitalista, constante y tenaz. Posee un gran sentido de la estética y capacidades artísticas, así como una buena memoria. La legibilidad de la escritura y la separación de líneas reflejan su claridad de ideas.
Begoña Mardones Gómez
Madrid, 3 de noviembre de 2013