lunes, 14 de julio de 2014


"Si de verdad quieres ser feliz, no caigas en la tentación de comparar este momento con otros momentos del pasado, los cuales no supiste disfrutar porque los comparabas con los momentos por venir".

André Gide
Las palabras que curan
Álex Rovira

No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás.

León Tolstoi
Las palabras que curan,
Álex Rovira

domingo, 13 de julio de 2014

Aquí y ahora

Acaba cada día y dalo por terminado. Has hecho lo que podías. Sin duda habrá habido errores y absurdos; olvídalos lo antes posible. Mañana será un nuevo día; empiézalo bien, con serenidad y con tanto ánimo que no lo empañen las nimiedades de ayer
Ralph Waldo Emerson
Las palabras que curan, Álex Rovira

Aquí y ahora


Acaba cada día y dalo por terminado.

Has hecho lo que podías.

Sin duda habrá habido errores y absurdos;

Olvídalos lo antes posible.

Mañana será un nuevo día; empiézalo bien,

con serenidad y con tanto ánimo

que no lo empañen las nimiedades de ayer

Ralph Waldo Emerson

Las palabras que curan

Álex Rovira

martes, 8 de julio de 2014

EL PODER DE LA ESCRITURA


Magnífico el artículo de Gabriel García de Oro, publicado en El País Semanal de 8 de junio de 2014.

El diario personal -afirma- es una de las herramientas más usadas por los psicólogos para reordenar las emociones de los pacientes. Sus beneficios son muchos. Al margen de la terapia, puede servir para crecer, progresar, conocernos mejor. Se necesita para ello un bolígrafo, un cuaderno y quince minutos de tranquilidad antes de ir a dormir. De esta manera, reflexionaremos sobre nuestro día, evaluaremos nuestras respuestas emocionales, pondremos en perspectiva las situaciones y liberaremos estrés.  Todo ello hará que podamos dormir mejor y así, al día siguiente, estaremos más relajados y con más seguridad para afrontar el nuevo día.

Esta técnica -dice Gabriel García- nació para la superación de situaciones traumáticas y dolorosas; sin embargo, hoy es de uso común para todas aquellas personas que quieran conocerse mejor y tener un mayor control sobre sus emociones. La escritura expresiva se basa en no pensar, en dejarse llevar por la palabra. De este modo, lograremos conectar con realidades interiores que de otro modo seguirían bloqueadas. 

Hay que escoger un tema que nos preocupe y escribir veinte minutos durante cuatro días seguidos. Escribiremos sin pensar, dejaremos que las palabras fluyan, que las frases salgan de nuestro interior, sin prestar atención al estilo ni a la corrección ortográfica. No leeremos todo lo escrito hasta que no hayamos finalizado y así podremos analizar qué hemos aprendido y cómo nos hace sentir.